| EXPOSICIÓN
La France de Raymond Depardon
hasta el 31 de mayo 2015
La France de Raymond Depardon
Fotografiar la otra Francia, la del tour, la de Raymond Depardon. Depardon es uno de los documentalistas más prestigiosos y uno de los fotorreporteros más influyentes de las últimas décadas en Francia, es fundador de la Agencia Gamma y miembro de Magnum Photos. Con un estilo melancólico, honesto y sencillo, ha creado filmes y series fotográficas entrañables, donde lo rural y lo cotidiano son protagonistas. Esta exposición presenta uno de sus últimos proyectos: el que trabajó en color y con una cámara Leica de gran formato, capturando el paisaje de Francia, “de la otra Francia”, la de ciudades pequeñas y aldeas, la del tour, la Francia rural de la que él viene.
Sobre el artista
Depardon nació en Ródano, una región próxima a los Alpes, en 1942 y creció en la granja de su familia en Garet. Siendo muy joven, aun viviendo en el campo, tomó sus primeras fotografías: retratos de gatos y terneros, escenas de sus padres trabajando en el campo y en la cocina y las visitas de domingo que hacía a casa de sus primos. Ya en estas primeras imágenes se advierte un estilo particular que lo acompaña hasta hoy, un universo personal que gira en torno a la vida rural -su lugar fundador-, a su conocimiento de la vida campesina, del trabajo incesante y de la naturaleza, saberes que le han dado la facultad de acercarse pacientemente a las personas y los lugares, y comprender su belleza con pocas palabras y pocos detalles. Con apenas veinte años Depardon se mudó a París y se hizo fotoreportero, primero con la agencia de noticias Dalmas, después en 1966 en la Agencia Gamma de la que fue cofundador. A la fecha ha realizado diecinueve largometrajes y ha publicado más de cincuenta libros.
¿Qué ver en esta exposición?
En 2004, Depardon se planteó un proyecto personal que continuara los intereses que por entonces motivaban su trabajo (el paisaje rural e interior) y que al mismo tiempo lo sacaran de su zona de confort y le planteará retos técnicos: fotografiar Francia, solo, durante un periodo relativamente corto, utilizando una cámara Leica de gran formato –de 20 x 25- a color. “Me propuse no ir al encuentro de la gente con mi Leica, sino reencontrar el camino que va de la casa a la escuela o a la tabaquería y estacionarme en algún sitio para esperar, no mucho tiempo, e irme. (…) Soy tímido y melancólico. Estar cerca de la gente no es mi estilo. Me gusta sobre todo hacer fotos a cinco o diez metros de distancia”, explica el artista. Así se presenta una serie de 40 fotografías en las que la luz, el aire, el soplo del viento, el olor de la hierba, el calor del verano… transmiten sensaciones sencillas y reales de lugares sencillos y reales. No se trata de una oda a la nostalgia o al romanticismo, sino una búsqueda plástica; así, por ejemplo, si fotografía una casa de arquitectura banal, no es para denunciar el sistema de urbanización -a la manera de otros fotógrafos como Lewis Baltz-, sino a causa de la tonalidad rosa-chicle que posee y del asombroso ornamento árabe que la adorna.
Entrada gratuita |
