En una carretera hacia Suba se encuentra
un señor echando dedo, bajo una tremenda
tormenta, pero nadie le para. De repente ve que en la curva viene un carro despacitico y se detiene frente a él. Sin dudarlo un momento se sube al carro y cierra la puerta. Cuando mira hacia la izquierda, se da cuenta que nadie va manejándolo. Muy asustado, mira hacia la carretera y ve que adelante hay un precipicio y el señor empieza a rezar. Cuando el auto llega al borde, se abre la puerta del chofer, entra una mano y mueve el timón hacia la derecha y el auto sigue su camino. Esto sucede repetidas veces hasta que el señor no aguanta más, se baja del carro temblando, sale como un bólido y llega casi muerto a Suba; entra a un bar y a todos les empieza a contar lo que le sucedió; como a la media hora llegan dos hombres empapados y le dice uno al otro: mira Juan, allá está el idiota que se subió al carro cuando lo veníamos empujando. |