Andaba un muchacho con varios micos sueltos en la parte de atrás de un camión por toda la Séptima. Un policía lo ve y lo sigue por varias cuadras. El camión sube y baja de la Séptima a la Caracas una y otra vez. Al fin el policía indignado, decide pararlo y le dice al conductor: "Lleve esos micos al zoológico de Sopó de inmediato". El camionero obedece al policía y se va para Sopó. Al día siguiente, el policía ve el mismo camión con los mismos micos, de nuevo por la Séptima, pero esta vez, todos de pantalón chaleco y corbata. El policía lo para de nuevo y dice: –¿No le pedí ayer que llevara a los micos al zoológico de Sopó? – Sí, ya lo hice gracias. Ahora vamos para el Colón. |