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LAUREANO GÓMEZ CASTRO |
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Lugar y fecha de nacimiento: Bogotá, 20 de febrero de 1889 Lugar y fecha de su muerte: Bogotá, 13 de julio de 1965 Presidente de la República de Colombia Período presidencial: 1950-1951 Nombre completo: Laureano Eleuterio Gómez Castro Padres: José Gómez y Dolores Castro Esposa: María Hurtado Cajiao Hijos: Cecilia, Álvaro, Rafael, María y Enrique Gómez Hurtado. Presidente de la República entre 1950 y 1951, periodista, político y diplomático, En la segunda mitad del siglo XX surgió entre la clase política colombiana una figura que, por medio de sus palabras poderosas e incisivas, conmocionó el escenario público nacional. Las férreas creencias de Laureano Gómez Castro en los principios rectores de su partido político, el conservador, así como su exposición en la palestra, le merecieron los apelativos de "el Hombre Tempestad", "el Monstruo", "el Basilisco". Inició su formación académica a los 8 años, en el Colegio de San Bartolomé de Bogotá, dirigido por los padres de la Compañía de Jesús. Allí se distinguió como un alumno ejemplar, resuelto a seguir hasta el final los preceptos aprendidos. Desde entonces, Gómez tuvo una activa participación en los grupos y asociaciones auspiciados por los jesuitas. Recibió su título de bachiller en 1904, a los 15 años. Ingresó a la Universidad Nacional de Colombia para adelantar estudios de Ingeniería Civil y de ahí proviene el interés que manifestaría más tarde en el desarrollo de las obras públicas del país. Estando en el claustro universitario fue llevado a la cárcel por participar en una manifestación en contra de las políticas económicas y sociales del gobierno del general Rafael Reyes. En 1909 recibió el título de Ingeniero Civil y se aprestó a trabajar en la empresa constructora del Ferrocarril de Antioquia. Por diferentes motivos, inició su extensa labor periodística. Ayudó a fundar y se convirtió en el primer director del periódico La Unidad, en el cual escribían, entre otros, los jóvenes conservadores José Joaquín Casas, Hernando Uribe Cualla, José de la Vega y Sebastián Moreno Arango. Desde las páginas de este periódico se lideró la convocatoria nacional para el primer Congreso Eucarístico Nacional en 1913, al cual Laureano Gómez asistió como delegado por la Asamblea del Departamento de Antioquia. En compañía de José de la Vega, participó luego en la fundación de la Revista Colombiana en 1933 y del periódico El Siglo, el 1 de febrero de 1936. Este último se convirtió en el principal medio de expresión pública conservadora, y en palabras del propio Laureano, más que una empresa, era un órgano desde el cual se buscaría respeto por la vida, sostener la libertad, combatir la ineficacia administrativa y luchar por la justicia. A través de él, el partido conservador lideró una dura batalla de oposición partidista. Paralelo a su trabajo periodístico, Laureano Gómez estuvo conectado con la actividad política y fue partícipe de ésta en un extenso período de la historia nacional: de 1911 a 1913 fue diputado a la Asamblea de Cundinamarca, y simultáneamente, representante a la Cámara; volvió a ser representante entre 1913 y 1916, en 1918 y en 1921. En 1927 fue elegido diputado a la Asamblea de Santander; de 1931 a 1933, a la Asamblea de Antioquia y ejerció como senador de la República entre 1931-1935 y 19391945. Los discursos de Laureano Gómez se distinguieron por la capacidad de causar asombro e incertidumbre, y por el poder de convocar lo universal en dos o tres palabras. Era sereno cuando hablaba, pero utilizaba un tono enfático para sustentar y defender sus postulados, los cuales apoyaba en su amplio conocimiento social, histórico y científico. Pronunció discursos en el Congreso, en auditorios, recintos públicos, aulas, plazas públicas y en la radio, la cual utilizó de manera eficaz para lograr una cobertura nacional. Siendo ministro de Obras, cuando el Senado de la República confirmó la posición de la Cámara de darle veto de censura y negarle el uso de la palabra, las barras que habían sido sacadas del Congreso se aglomeraron para escucharlo en la Plaza de Bolívar, manifestación que comenzó cuando el doctor Gómez salió del Capitolio y dijo su célebre frase: "Se alquila este local". Orador eminente, tal vez gracias a que sus años de participación en la sociedad literaria Academia Caro, donde los jóvenes periodistas bogotanos realizaban ejercicios de oratoria y de memoria, lo habían adiestrado y pulido para lanzarse a la actividad política sin temores y con la facultad de verter en palabras sus principios religiosos y sus concepciones acerca del Estado. Además de la política y el periodismo, Laureano Gómez ejerció la diplomacia. En 1923 fue nombrado delegado de Colombia a la Conferencia Panamericana en Chile, de la cual pasó a Argentina como ministro plenipotenciario hasta 1925. En 1930, fue ministro plenipotenciario en Alemania, cargo que desempeñó hasta 1932. Como funcionario público, fue ministro de Obras del gobierno de Pedro Nel Ospina, entre 1925 y 1926, y de Relaciones Exteriores en 1948, durante el gobierno de Mariano Ospina Pérez. Finalmente, en 1950 asumió la Presidencia de la República. Durante su gobierno, el campo de las obras públicas, recibió buen impulso. Un empréstito internacional favoreció sus propósitos. Algo similar se registró en la educación. Fueron concluidos los edificios básicos de la Universidad Nacional, se unificaron los programas de bachillerato, se incrementó la educación normalista, campesina e industrial, rama para la cual se contrataron expertos extranjeros. Las obras deportivas que comenzaban a erigirse en Bogotá y Medellín recibieron su apoyo inmediato. El sector de la salud pública se vio favorecido por las campañas contra la tuberculosis, la fiebre amarilla, la malaria y otras enfermedades. Se reestructuraron los servicios de salud en los puertos. En la problemática energética hubo la reversión de la Concesión de Mares, para ser administrada por Ecopetrol, en vía de organización. Se construyó el oleoducto Puerto Salgar-Bogotá y se inició el de Puerto Berrío-Medellín. La refinería de Barrancabermeja se benefició con varias partidas extranjeras. Su administración se preocupó por limitar o reducir las posibilidades dudosas o indecorosas para los parlamentarios". También se crearon empresas como el Banco Popular (1950), y los Ministerios de Fomento (que reemplazaba al de Comercio e Industria) y el de Minas y Petróleos; se modernizó el sistema de telecomunicaciones y se organizó el Instituto Nacional de Fomento Municipal. En 1951, al sufrir un síncope cardíaco, Gómez se vio obligado a retirarse de la presidencia, y el poder quedó en manos del primer designado, Roberto Urdaneta Arbeláez. El 13 de junio de 1953 el general Gustavo Rojas Pinilla se tomó el poder mediante un golpe militar, impidiendo que Laureano Gómez retornara a la presidencia. Tras el golpe, Gómez fue llevado al exilio, en primer lugar a Nueva York y por último a España, desde donde enviaba continuamente comunicados a sus seguidores, defendiendo sus posiciones y atacando al "usurpador", término que usaba para referirse al general Rojas. Hacia 1956, en compañía del liberal Alberto Lleras Camargo, Gómez firmó la Declaración de Benidorm, en España, y posteriormente, en 1957, ambos firmaron el Pacto de Sitges, por medio del cual los dos partidos tradicionales de Colombia se comprometían a trabajar unidos por la restauración del orden democrático, por la paridad en la participación en las corporaciones públicas y en el gabinete ministerial durante un período de 12 años, e instauraban la carrera administrativa, en lo que se llamaría el Frente Nacional. Gómez regresó al país ya muy enfermo y falleció en Bogotá el 13 de julio de 1965. Desde los años 30 hasta su muerte, Laureano Gómez figuró como el jefe de mayor influencia en el partido conservador. Poseía tal atracción sobre las masas conservadoras. A Laureano Gómez debe reconocersele su intensa labor política, que es necesario conocer a fondo para develar los motivos que configuraron su pensamiento, sus palabras y su extensa obra escrita. Como periodista y escritor, Laureano Gómez también hizo crítica literaria, de arte y de teatro. Sus contemporáneos coincidieron en describir a Laureano Gómez como un hombre amable en el hogar que compartió con su esposa y sus hijos. Álvaro Gómez Hurtado, el segundo de sus hijos, fue tres veces candidato a la Presidencia de la República de Colombia pero fue asesinado en 1995 frente a la Universidad Sergio Arboleda donde dictaba cátedra. Biografía (resumida) tomada del Portal de la Presidencia de la República (2009) y de otras fuentes. |
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