El verbo PONER tiene muchas acepciones. Entre ellas están las que muestran el sentido de temporalidad del verbo.
a) Situar algo o a alguien en un lugar, de manera temporal. Marta pone la ropa en la silla. Ponte junto a Roberto.
b) Cambiar momentáneamente una condición personal o un estado de ánimo. Ella se puso pálida del susto. Jorge se puso feliz al escuchar la noticia. El director se puso furioso con su empleado.
c) Empezar a hacer algo. Cuando llego a casa me pongo a leer.
d) Cambiar la postura corporal por corto tiempo. Los asistentes se ponen de pie cuando llega el conferencista. Clara se pone de rodillas para rezar.
e) Vestirse o ataviarse. Rosita se puso el uniforme para ir al colegio. Emilia se va a poner un collar de perlas para ir a la fiesta.
Es inaceptable la alteración que se ha hecho al significado del verbo PONER. Su connotación negativa relacionada con el sexo, ha dado lugar a que se use incorrectamente el verbo COLOCAR, en su lugar.
COLOCAR significa situar algo en su debido lugar. Tiene sentido de duración.
Por favor, coloque el sofá cerca de la pared (va a estar en ese sitio por largo tiempo). Coloque este libro en la biblioteca (en el lugar que le corresponde en la biblioteca). Se puede decir, ponga este libro en la biblioteca pero puede ser encima; no necesariamente en su puesto.
También significa acomodar a una persona en un lugar para que desempeñe un trabajo estable. La agencia de empleos colocó a Juana en una firma de ingenieros.
No se pueden intercambiar estos dos verbos pues no tienen significados idénticos. Los dos se refieren a situar algo en un lugar, pero uno es de carácter temporal y el otro, de carácter permanente o de duración.